Una vez más, los expertos en ovnilogía se mantienen en alerta tras la aparición de vacunos misteriosamente mutilados. En esta ocasión, el episodio ocurrió en la provincia de Entre Ríos, con trece terneros que aparecieron con sugestivos cortes, en distintos días. La investigación sigue su marcha, con más que interesantes datos que tornan inexplicables los hechos para la ciencia ortodoxa.
La información fue difundida por los especialistas del grupo Visión Ovni, quienes aclararon que "es bueno poner un freno en la vorágine informativa, y empezar a ponerles el ojo a los procesos investigativos", agregando que "para ello, tomamos el trabajo del reconocido investigador Daniel Padilla, que está siguiendo los acontecimientos de este establecimiento, propiedad de Lalo Slooltman".
De acuerdo a lo informado, todo comenzó cuando el personal policial de la localidad de Basavilbaso se hizo presente en una estancia ubicada en el paraje 208 de la Ruta Provincial 39, donde aparecieron cuatro terneros mutilados. Luego, se dio aviso a la fiscalía en turno y al personal de la Brigada de Abigeatos.
Los terneros fueron encontrados en el establecimiento San Diego, ubicado a unos 7 kilómetros al Oeste del paraje 208, en el límite de los departamentos Uruguay y Tala.
Allí, fueron hallados muertos cinco terneros, de unos 100 kilogramos cada uno, y días después ocho más, todos presentando mutilaciones en la parte de la cabeza, faltándoles los ojos, la quijada y la lengua. También en la parte posterior del animal se constató la faltante de la cola y sus genitales y sin que se pudiera apreciar a simple vista la presencia de sangre.
Según informó FM Riel, una comisión policial encabezada por el comisario principal Jorge Cancio e integrada por el sargento primero Ricardo Clodomiro Corel pudo acceder al lugar y constatar que los animales presentaban mutilaciones en sus partes blandas.
El responsable de la comisaría de Basavilbaso reunió elementos y tomó muestras fotográficas para aportar a las investigaciones que se realizan para determinar lo ocurrido.
Roberto Lescano, un prestigioso médico clínico, visitó el lugar y recogió muestras que enviaría a especialistas y laboratorios para tratar de determinar qué causó la mortandad de los animales.
Hace unos años, en un campo próximo, se registró un caso de características similares. En aquella ocasión apareció una vaquilla muerta, la que según los análisis posteriores presentaba lesiones hepáticas y rumiales, compatibles a una intoxicación con duraznillo negro. Y en referencia a las lesiones en las zonas blandas, se determinó que fueron post mórtem y las habría producido el accionar de animales de carroña.
La comisión policial encabezada por el comisario principal Jorge Cancio, declaró que los elementos recogidos corresponderían a muerte por carbunclo bacteriano, carbunco o ántrax. Se trata de una enfermedad infecciosa, conocida desde la época colonial, de curso agudo altamente contagiosa, que afecta preferentemente a los rumiantes, siendo transmisible a otros animales, incluido al hombre.
La enfermedad se caracteriza en los bovinos por presentar muerte súbita, con arrojamientos sanguinolentos por los orificios naturales, en los cuales se encuentra presente el agente etiológico. Es recurrente, por lo que en los lugares donde se registra se los denomina "campos malditos", y por lo que ante la menor sospecha los cadáveres no deben ser sometidos a necropsia, para evitar la diseminación de esporas en el medio ambiente y se recomienda quemarlos o bien enterrarse a buena profundidad, para evitar la diseminación de los esporos en los suelos por parte de animales predadores.
Muchos de los que no creen en las versiones oficiales correlacionan las apariciones de un objeto volador no identificado (OVNI) o un "chupacabras" con la muerte o desaparición misteriosa de animales en determinadas zonas. "Ya el campo suma trece casos, en los cuales pudimos apreciar las heridas, muy bien descriptas por esas primeras crónicas, con los cortes característicos de herradura en el maxilar, faltantes de ojos, cortes en el ano no mayores de 18 cm. de longitud, cortes abdominales", señalaron en Visión Ovni.
Asimismo, indicaron que "quien se hizo presente en el caso fue el investigador Daniel Padilla, uno de los más reconocidos en la investigación de mutilación de ganado, quien tomara contacto directo con el dueño de los animales, logrando los detalles más firmes del caso". Finalmente, los expertos sostuvieron: "Pensamos que el caso merece una observación adecuada de los hechos, entendiendo que se pueden observar las heridas típicas de las mutilaciones".
Fuente: http://www.diariopopular.com.ar/
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