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viernes, 4 de octubre de 2013

EDITORIAL de la revista "Ovnis, un desafío a la ciencia", N° 9

EDITORIAL de la revista "Ovnis, un desafío a la ciencia", N° 9, Ed. CADIU, Córdoba, Ar., oct.-nov. 1975, escrita por el Dr. Oscar A. Galíndez.


¿HACIA UNA METODOLOGIA INTERNACIONAL?

En varias ocasiones hemos subrayado la necesidad de abordar la problemática Ovni con un criterio científico. Y ello importa afirmar la utilización de una metodología ad hoc que permita encarar sistemáticamente el fenómeno, a fin de alcanzar resultados de relevancia.
Es verdad que quizá esta fase investigativa no acapare en gran medida la atención del hombre medio, permanentemente acuciado por otros problemas y sólo interesado en la casuística del fenómeno. Pero no es menos cierto que este último aspecto carece por completo de significación científica si no está respaldado por un método de estudio que garantice la seriedad del episodio y paralelamente respalde las especulaciones del encuestador. Dejemos de lado el subjetivismo de algunos -como personal receta de selectividad- y adoptemos, en cambio, pautas objetivas de tratamiento de la información. En aras de una alegada "intuición" (indudablemente válida en otras instancias del saber), hay quienes persisten en el negocio de hablar -sin la menor fundamentación científica- de "seres extraterrestres que descienden" en un determinado lugar del planeta o de "masas amorfas y gelatinosas de origen ultraterrestre" que aparecen en algún otro punto del globo, cuando un estudio metodológicamente estructurado habría echado por tierra tales elucubraciones. La investigación es ante todo, un asunto de discernimiento.
De nada vale la presencia in situ de cualquier investigador (a veces rodeada de un inusitado despliegue publicitario), si no tiene un plan serio y crítico de encuesta y sólo se limita a recoger la versión fonomagnética del supuesto testigo, documentar fotográficamente los alrededores del sitio, para luego afirmar "intuitivamente" que "la concienzuda Investigación sobrellevada en el mismo lugar de los hechos" le permite afirmar que allí estuvo "una nave extraterrestre". La ufología no se beneficia en nada con estas divagaciones sensacionalistas que no se avienen con la prudencia del método científico.
Es saludable que las nuevas generaciones de analistas del fenómeno estén comprendiendo la necesidad de la imposición del método al tratamiento de la información ufológica.
Tras el hito fundamental que marcara en 1961 el Dr. Jacques Vallée (1), al estructurar un método sui generis basado en técnicas de tratamiento de la información, codificación y procesamiento de datos, otros analistas de probidad han enriquecido el acervo metodológico, introduciendo importantes variantes técnicas, como en el caso de la llamada "Escuela Valenciana de Ufología", cuyos máximos exponentes son Vicente-Juan Ballester Olmos y Miguel Guasp. Las aportaciones materializadas por el primero de ellos en el campo de la metodología ufológica son ricas y altamente significativas, al punto que puede considerárselo -junto a Vallée- como un verdadero propulsor e innovador de las técnicas de estudio científico del fenómeno Ovni. Miguel Guasp, por su parte, ha señalado en 1973 nuevos derroteros metodológicos con su excepcional "Teoría de Procesos de los Ovni" (2), contribución que abre insospechadas perspectivas para el estudio del problema a la luz del denominado "Campo Procesal de la Ufología". Lo propio puede decirse del Dr. J. Allen Hynek (3), con su novedoso sistema de clasificación del fenómeno Ovni y la elaboración de un criterio de valoración matemático basado en los índices de extrañeza y de probabilidad de cada episodio.
En lo que concierne a nuestro país, concretamos en 1972 con el profesor Oscar A. Uriondo el primer estudio nacional de los fenómenos del Tipo 1, utilizando para ello las mismas técnicas de procesamiento enunciadas por Vallée y Ballester Oimos (4), y obteniendo importantes resultados que hemos venido publicando en ediciones anteriores.
Ya contemporáneamente, el infatigable analista argentino Roberto E. Banchs ha elaborado un meduloso sistema de tratamiento de la información ufológica (5), cuya difusión contribuirá -sin duda- a arrojar nuevas e importantes luces sobre la materia. Por su parte, un grupo de estudiosos argentinos -liderados por el investigador Guillermo Carlos Roncoroni- se encuentra actualmente abocado a la tarea de organizar, para marzo de 1976, un Congreso Nacional que abordará exclusivamente el problema metodológico, inquietud que merece ab initio el apoyo de la corriente científica de la ufología nacional. Es saludable que en tiempos de oscuros congresos de brujería y de simposios de Ovnis con participación de charlatanes y mitómanos que relatan fabulosas experiencias engendradas por sus alocadas mentalidades, haya gente lo suficientemente seria como para superar la alienación de la sociedad de consumo y organizar un evento que -económicamente- no redituará ningún beneficio a sus programadores, pero que científicamente contribuirá a uniformar criterios metodológicos que posibilitarán un estudio más riguroso del fenómeno.
Es tan importante el aspecto del método, que un organismo belga está receptando -por conducto de un extenso cuestionario- los distintos criterios metodológicos que utilizan o sugieren los más relevantes nucleamientos investigativos del mundo. El CADIU ha sido honrado en tal selección. El proyecto evaluará esas pautas y rendirá un Informe final en el que se propondrá un método uniforme de investigación ufológica a nivel internacional (6).
Todo induce a pensar que las perspectivas de abordar científicamente el fenómeno Ovni se acrecientan considerablemente. Las ideas amasadas por muchos analistas podrían por fin conjugarse en un sistema de estudio uniforme que permitiría obtener resultados positivos que nos acercarían paulatinamente a la verdad. Porque hay en la ciencia un proceso fundamental: el empleo de aproximaciones sucesivas. "La ciencia -decía Pasteur- vive de sucesivas soluciones dadas a porqués cada vez más sutiles, cada vez más próximos a la esencia de los fenómenos" (7).


El Director

(1) Vallée, J. "Phénomenes Insolites de I'Espace", La Table Ronde, París, 1969.
(2) Guasp, M., "Teoría de Procesos de los Ovni", Edic. del autor, Valencia, 1973.
(3) Hynek, J.A., "The Ufo Experience: A Scientific lnquiry", H. Regnery Co., USA, 1972.
(4) Uriondo, O.A. y Galíndez, O.A., "Catálogo Preliminar de Manifestaciones Argentinas del Tipo I y "Algunas Constantes en las Manifestaciones Argentinas del Tipo I. Rev. "Ovnis - Un Desafío a la Ciencia", N° 1 y ss.
(5) Banchs, R.E., "El Tratamiento de la Información sobre Ovnis", op. inédito, 1975.
(6) Ludwig Trossaert, Bergbosstraat 183, 8-9220 Merelbeke, Seiglum.
(7) Kourganoff, V. "La Investigación Científica", Eudeba, 1959, p. 26.


Fuente: http://mitosdelmilenio.com.ar

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